Mucho que contar

(¡No, esto ya no es el Marca!)

Aunque por la frecuencia con la que escribo ultimamente no se podría decir lo mismo... No temáis mis ávidos lectores, me quedan muuuuuchas historias que contar. Por donde empezar... Han pasado tantas cosas... Bien, intentaré hacerlo así como "murrápido".

Para empezar me he mudado de casa, atrás quedaron los polacos, el turco y el mítico bailarín dominicano de la Schleissheimerstr, 43. Ahora estoy en una residencia del studentenwerk (que no werkstudent, aunque eso ya es otra historia) la mar de contento, porque además en mi planta está mi amiga, compañera de curro, de clase y de cocidas varias, Luisa y en la primera el gran "Vogel", Jesús Vázquez para los amigos. La resi está muy bien, mi habita tiene unos 24 m cuadrados (Sí, sí, casi como los pisos esos que anunciaba la ministra) y me pilla todo bastante cerquita porque además tengo una parada del tram justo enfrente. También montamos unas fiestas bastante majas aquí en mi planta o en la party raum, aunque luego haya que limpiarla y no entre muchos que digamos ¡ejem!

Bien, pues eso respecto a la vivienda ¿De que podría hablar ahora? ¡Ah, sí, de los viajes! ¡Je, menudos viajes nos pegamos! (abstenerse los sucios de mente de intentar ver más allá de lo que aquí hay escrito ) Pues sí, 9 intrépidos nos embarcamos en uno de los viajes que pasarán a la historia del Erasmus. "Alfago", Peña, Mariano, Paz (¡Eeeeeaaaaah!), Raquel, Ricardo, Myriam, y como no... el mítico, el inigualable, la mismísima encarnación del Erasmus... ¡El Cahlitoh! Que ya nos dejó, pero que en cada "canteo", en cada "desfase" y en cada "movida", siempre estará con nosotros. Luxemburgo, Vianden (¡madre mía pa llegar, ni con GPS!), Bruselas, Brujas (que resulta que realmente viene de Brugge que es puente, vamos que escobas ninguna ¡menudo disgusto!), Gante, Pajotenland (Vale, solo pasamos, pero si no lo pongo reviento), Amsterdam, Rotterdam, Aachen y Colonia. Ni falta hace deciros que allá por donde pasamos dejamos nuestra huella. Para que me entendáis, estuve más cansino que nunca, lo cuál para mi sorpresa, se volvió contra mí y pude probar mi propia medicina ¡Ahora se lo que se siente! Durante nuestro viaje, entrañables amigos Erasmus se apiadaron de nosotros y nos cobijaron, alimentaron y soportaron distintas locuras. A Lloll, a Sara, a Paloma y al amigo de Raquel cuyo nombre no recuerdo, GRACIAS.

(Aquí tendrían que ir un montón de fotos del viaje, pero como todavía nadie se dignado a pasarmelas, Peña ¡ejem!, pues os quedáis con las ganas)

Pero ahí no se acabaron lo viajes ¡que va! Como no, si te vas de Erasmus a Alemania un paso obligado es visitar la capi. Y allí estuvimos... ¡Berlin! La capital, la ciudad del muro, la colosal Berlín. En esta ocasión fueron la Estherilla y la amiga Nieves (¡A sssupahla!) las compañeras de viaje. Sinceramente, pocas cosas nos quedaron por ver, pues estuvimos 4 días con sus 4 noches, en las que nuestra joranada empezaba a las 8 de la mañana y terminaba sobre las 10 de la noche (más que nada porque un servidor se iba durmiendo en los distintos medios de transporte) ¡Menuda palizen! La puerta de Brandemburgo, el monumento al holocausto, la casa okupa (con la calle llena de putas con corsé encima del abrigo, esto también hay que decirlo), la isla de los museos (con el mítico museo de Pérgamo), el reichstag, el monumento al soldado ruso (de lo que más me impresionó y curiosamente, apenas indicado en las guías de turismo) y, como no, los omnipresentes restos del muro deleitaron nuestras retinas.

Y claro después de 3 meses sin escribir no pretenderéis que "lo casque tó" en un mismo post. Pues no, aún queda, pero será en otra ocasión. Eso sí, prometo que la espera no será tan larga. Hasta entonces, cuidaros mucho.