Finde con la Estherilla!

¿Sabéis una cosa que me encanta de Alemania? El "Pfand Zurück". ¿Que qué es eso? Pues consiste en que cuando te dan una bebida en una botella de cristal, de plástico o en una vaso, cuando te la bebes y la devuelves, pues ¡te devuelven la money! Así que el pasado jueves me dediqué, en otra fiestecilla Erasmus, a recoger todas las botellas vacías que me encontraba por la disco y me enganché una que pa qué. 
Resulta que con cada tres botellas vacías te daban una "craaaaaatih". Podéis imaginarme a mi junto al resto de españoles cuales aves de rapiña. En las siguientes fotos podéis ver los resultados del divertido juego de la noche.

El viernes, día en que me levanté con una resaca como hacía mucho tiempo que no recordaba, llego la Estherilla. Por la noche fiestecilla, dentro de la misma universidad, pero estaba superpetado. Había unos españoles en la barra y, entre que algunos no pilotaban mucho y que estaban pasándonos las bebidas gratis, a la media hora ya los habían echado ¡Si es que a quién se le ocurre poner a unos españoles en la barra!

El sábado estuvimos paseando por Nynphemburg, un palacio con unos castillos inmensos y muy bonitos, con la hermanica de Esther y luego les hicimos a mis compis de piso una tortilla española como Dios manda. Está feo decirlo pero es que salió increíble. ¡Pidieron la 2ª oreja y el rabo!

Y qué decir del domingo. Para empezar picnic en Englischer Garten. Lugar idílico donde los haya para pasar una bonita tarde de picnic, siempre que haya sol, claro. Y allí una vez más la montamos. Resulta que Dario, que es un nuevo coleguita del Erasmus, se sacó su diábolo como quien no quiere la cosa, y empezó hacer mil y una piruetas. Nos quedamos todos flipaos, pero ahí no acaba la cosa. Pasó un padre con sus hijos pequeños y ahí se quedarón, deleitándose con el espectáculo. Incluso nos pidieron que les mandáramos una foto. Y no fueron los únicos, todo el mundo miraba. ¡Alucinante!

Y por fin llegó el ansiado momento. ¡Alonso, der Weltmeister! O lo que vendría siendo, Alonso campeón del mundo. Pues sí, he tenido el placer de celebrar en la tierra de Schumacher - zapatero en español, ¿será por eso que corre en Ferrari? - el triunfo del mítico Alonso ¡Y ya van 2! Mira que si empezamos a acostumbrarnos. ¿Quién lo iba a decir, eh, Kiko?

Pero quedaba por llegar lo mejor y, es que no hay nada como disfrutar del triunfo del Madrid contra el Barcelona; en tierras extrañas, con una rica Weissbier y, encima, contemplar el resurgir de Raúl. Desde aquí, un nuevo alegato por la titularidad indiscutible de Raúl en el Madrid y en la selección. Qué pasa, es mi blog y pongo lo que quiero.

Así que, como vosotros mismos podéis comprobar ¡no puedo pedirle más a un fin de semana! Y con esto y un bizcocho...