El "Raúl Madrid" de las grandes noches europeas

¿Un post de fútbol? ¡Pos claro! En este blog hay cabida para todos los temas posibles, habidos y por haber. Y es que no me quería quedar sin compartir con vosotros, lo que es vivir un Real Madrid-Bayern en Munich ¡y en un bar lleno de alemanes!

Llegamos una media hora antes del partido, a la zona de bares donde solemos ver el fútbol. Nos dispusimos a entrar al primero, pero resulta que era la noche de carnaval y estaban más por la fiesta de los disfracitos que por ver a 22 tios detrás de un balón. Así que seguimos buscando, hasta llegar al que podría convertirse en el bar talismán, pues allí fué donde presenciamos el 2-0 al Barça ¡Petadísimo! pero con un poco de paciencia, ganas de ver un partido con un gran ambiente y unos cuantos "apretujonen", allí nos quedamos.

El partido se las prometía. Dos clásicos de la más prestigiosa competición europea, frente a frente. Entre ambos suman 14 copas de europa, fácil resultado si tenemos en cuenta que el Madrid tiene 9 en su haber... Y 7 las veces que se han encontrado, de nuevo con saldo favorable para los blancos por 4-3. La útima de ellas en en la temporada 2003-2004, aunque entonces jugaba Zidane.

Los jugadores se disponen sobre el terreno de juego y en vez de escucharse el himno de la campions, en el bar empieza a sonar una canción del bayern ¡Empezamos bien! A esto le sucedieron otras cuantas canciones que no paraban de cantar los germanos con sus jarras de cerveza en ristre.

Y por fin empieza el partido... Yo esperaba que se viera al Madrid de las grandes noches europeas, que volviera el espíritu de Juanito, de Santillana, de Gento... de nuestro capitán, Raúl González. Y así fué. En el minuto 10, el 100% madridista, el capitán, el que siempre tiene que jugar, el que siempre está ahí cuando más se le necesita, Raúl, empezó a hacernos soñar con lo que podía ser una noche mágica del Madrid de las 9 copas de Europa. Yo salté de emoción. Gol del Madrid y gol de Raúl ¿se puede pedir algo más? Y ¡gooooooooooool! se escuchó en español. Pues aunque era tímida la presencia, no nos ibamos a achicar porque hubiera una proporción de 20-1 alemanes cocidos fervientes seguidores del Bayern ¡Yo no por lo menos!

Poco duró la alegría, en el 23 Lucio hace la igualada, como ya hizo cuando jugaba en el otro Bayer, el de Leverkusen, en la final de la champions de la novena. El bar rugió y fue un clamor y... ¡una pelea se organizó! ¡Lo que no me ha pasado en España en 24 años he tenido que venir a verlo a la capital de Baviera! Pero no penséis que tuvimos los españoles nada que ver, fué entre alemanes y ¡menudas se las gastan! Un par de cabezazos, un par de puñetazos fuera del bar y a los 5 minutos todos dentro otra vez siguiendo el partido ¡cómo si tal cosa! Dicen de la flema inglesa, pero creo que esto la deja un poco por los suelos, la verdad.

Total, que sigue el partido con el ambiente más que "calentito". Y a los 4 minutos nueva aparición del capitán (sí, vale, un gol un poco a la remanguillé, pero otro que le sirve para situarse como máximo goleador de la champions) y nuevo salto de alegría de todos los madridistas allí reunidos (Mariano y yo). Así empezaron a huir los fantasmas que rondaban por el Bernabéu. Parecía que el Madrid no se iba a conformar con ese marcador. Efectivamente, en el 33, el rubio, la estrella de cine defenestrada por el inquisidor italiano, el niño bonito de Concha Espina, el hombre del guante en la bota, David Beckham, "teledirige" una bomba de relojeria, para que Van "the man", libre de marca, empuje el "regalito" al fondo de las mallas y consiga el tercer tanto para los blancos. Sin más acaba la primera parte y litros de cerveza siguen amenizando la velada futbolística.

¿Qué depararía la 2º parte? Se podía soñar, el Madrid volvía a ser el Madrid de las grandes noches Europeas. Atisbos de goleada rondaban la noche Muniquesa. El Bayern metido en su madriguera como un animal acosado y el Madrid con las garras bien afiladas.

Empieza la 2º parte. Nadie parece llevar el peso del partido, si acaso el Madrid le cede un poco de terreno a un Bayern, que en principio no parecía llevar mucho peligro al cancerbero madridista. Pero se pita una falta cerca del área del ogro Kahn. El "sir" se coloca la pelota, parecía que se estuviera relamiendo y, lanza una pelota envenenada a la misma escuadra ante la cuál, el ya reumático portero germano, hace una parada digna de sus mejores tiempos, desviando la pelota al travesaño que también pone su granito de arena para evitar el 4º tanto madridista, lo que hubiera supuesto la resolución de la eliminatoria.

A partir de ahí el Madrid entrega el cuero a los bávaros y empieza el sufrimento. El sargento capello toca retirada ¡a las trincheras, el ángel blanco nos salvará! Y "San Casillas" hace acto de presencia. Y detiene 2 balones que muy pocos porteros hubieran podido detener. Y toca sufrir. Y un "cansinen" bávaro no deja de repetir cada minuto ¡Mehmet! en alusión al, ya también reumático, jugador del Bayern, Mehmet Scholl. Y los alemanes se empiezan a crecer. Y la tragedia se empieza a mascar ¡Y se mascó!

En el minuto 88 (la H es la octava letra del abecedario, el 88 forma 2 haches... ¡como el saludo al Führer, que no repetiré aquí! ¡"Friker" Jiménez, Luis, Torre, este caso es para vosotros!) el butifarrero van Bommel (¡y es que tuvo un gesto fíiiiiiiiiiiisimo!) marca a un gol que les permite a los bávaros afrontar con esperanzas la vuelta en el Allianz. Y el grito de gol es atronador. De repente empieza a llover cerveza (¡y esto es literal!). Se desborda la alegría y una lluvia de cerveza nos empapa a todos los allí presentes (desmitificada la educación y el saber estar alemán). Y pude comprobar que el fútbol es capaz de hacer ver cosas impensables cómo es ver a un alemán tirando su cerveza. Y acabó el partido.

Hay eliminatoria ¡vaya que si la hay! Y el Allianz rugirá y será un infierno. Y serán 11 jugadores contra 70.000 gargantas bávaras y bárbaras. Y el Madrid tendrá que apelar de nuevo al espíritu de las grandes noches europeas. Pero yo confio en que pasaremos, porque el Real Madrid siempre vuelve a ser el Real Madrid en las noches de Champions. Y quien sabe si yo también podré vivir una de esas mágicas noches...